Los cuatro jinetes de la técnica

En el mundo hemos inventado cuatro maquinas con las que hemos transfigurado la faz de la Tierra para siempre, con ellas despojamos al mundo de su naturaleza salvaje, con ellas erigimos un sueño de cristalina seguridad, al filo del progresos (¿hacia dónde?) asfaltamos promesas de agua y brillantes juguetes. Así hacemos de este inhóspito jardín, una segura, tranquila y civilizada ¿Utopía económica?
La Cafetera: si aunque no fue inicialmente diseñada para hacer café (hoy lo hace), la máquina de vapor es en esencia una cafetera, piensen en una gran central nuclear, esa es la supercafetera atómica, que en su protonico corazón late el agua, todas estas grandes furias térmicas que siembran el globo, unas nucleares y otras termoeléctricas, luego trenes y barcos. Aunque hoy estas maquinas estén en franca recesión, ya vendrá quien le dé el giro de muñeca que falta para verlas desfilar de vuelta y si no siempre tendremos la Cafetera.
El motor de combustión, seguramente será uno de los inventos más usados del planeta en la actualidad, si se eliminan todos los motores de combustión el mundo se detendría, y no me refiero de manera metafórica, si no literal, grupos electrógenos y plantas de energía, coches y motos, camiones y tractores, aviones y barcos, sierra eléctricas y podadoras, cuantos objetos funcionan por motores de combustión interna, tanto como gasolina se vende, gracias ellos es tan importante el petróleo.
El motor eléctrico: con esto cerramos el ciclo del movimiento, todo lo que se mueve que falto nombrar entra en este grupo. También es el principio de generar energía con el movimiento, alguien se dio cuenta brillantemente que se podía generar energía con esos motores solo haciéndolos girar, hoy se ven centrales hidroeléctricas y ventiladores eólicos en muchos lugares.
La calculadora: si aunque parezca ridículo la calculadora cambió la faz de la tierra, ese ha sido el fuego moderno, la calculadora anulo las distancias, relativizo el saber, hizo internet, porque hoy todos tenemos al menos una calculadora encima en todo momento, yo de hecho cargo tres, una de fotos, una de música y otra de teléfono, todos los cacharros electrónicos son calculadoras más o menos poderosas.
Con estos jinetes de la técnica hemos asustado a los monstruos, talado los bosques mágicos y medido este jardín hermoso robando el misterio de la sorpresa, envolviéndonos de cómodas prisiones, morando con la certeza de seguridad en este mundo carácter democrático (Haití y Fukushima), buscando ciegamente un sentido de la artificial suplantación de nuestras necesidades, la gente se esconde dónde y cómo puede observando el horizonte.